¿Pensar en los usuarios?

¿Cómo funcione el programa y qué hace con nuestros datos no importa?

Hace unos días, una compañera me comentó que había comprado un portatil en Europa, ésta no le venía con ningún programa. ¿Les suena familiar esta historia? Pues es la realidad de muchos cuando compran una nueva computadora.
Ella solo podía acceder a internet y ver series de Youtube. ¡Nada más! Si quería un procesador de textos o un editor, tenía que pagar la licencia del software a con altos costos. Entonces, buscaba alguien que le “pirateara” programas.
Así como a los libros se les pone precios elevados y solo la élite puede acceder a ellos, lo mismo pasa con la tecnología. Hace un tiempo hablabamos que la democratización del conocimiento tiene mucho que ver con la democratización de la tecnología. Ahora se vuelve más evidente. Para funcionar, un medio comunitario tiene que destinar dinero que no tiene para licencias de sus computadores.
¿Cómo liberamos nuestros medios? Visibilizando esta realidad. Compartimos este video:


Análisis teórico del Software Libre como realidad y movimiento alternativo al consumo, compra-venta y comercialización de experiencias propias de los sistemas capitalistas de consumo y acceso. Trabajo final de la asignatura Fundamentos de la Comunicación II en el grado de comunicación audiovisual (curso 2010-2011, Universidad de Murcia). Elaborado por los alumnos: Óscar Cánovas Reverte, Ángel García Fernández, Carlos García Vázquez y Javier Sánchez González.

El Software Libre es una realidad. Es un movimiento alternativo a la privatización del conocimiento. Estamos enfretando a monstruos, a grandes monopolios que nos han acostumbrado a una tecnología y ahora nos están pasando la factura.
Pero, si queremos utilizar un servicio, en este caso un software, ¿no tendríamos que pagar? Se usa lo que se conoce, qué importa reconocer economicamente el desarrollo informático. Sí, pero estamos pagando con: nuestra privacidad y libertad.

Esto va más allá de un costo económico elevado, que es lo más evidente:

Privatización del conocimiento. pues no tenemos idea de cómo están construyendo los software privativo y solo un cierto grupo conoce los códigos de los programas.

Dependencia tecnológica. Estamos acostumbrados ya a una tecnología, por tanto vamos a tener que pagar por seguirla usando.

Poca libertad. No decidimos, aceptamos. Cómo funcione el programa y qué hace con nuestros datos no importa.

Estamos ante un escenario en donde no solo nuestra computadora está privatizada. Veamos el panorama completo. Veamos que los bienes comunes digitales están comprometidos. Revisa este artículo.

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